08 Mar

Cogí un pincel.

La mujer es igual al hombre en derechos y obligaciones. Tratémosla como se merece. Son fuertes pero frágiles en su interior. Cuidemos de su corazón tan especial.

COGÍ UN PINCEL.

«Esta mañana cogí un pincel y pinté un arcoiris en mi lienzo en blanco. Plasmé todos los colores de mi vida y le añadí otros que reflejan los de mi futuro. Ya no más grises ni tonos oscuros que entristecen la vista y el alma.

Ya no más estigmas para las mujeres. Tenemos los mismos derechos que los demás aunque sigamos en una sociedad de patriarcado. Pero hoy podemos alzar la voz de la esperanza coloreando cada pétalo de rosa que iremos deshojando en el pasar de los días.

Seamos niñas una y otra vez y revolquémonos en nuestra felicidad y nuestras risas, volviendo a encontrar la inocencia de un momento, que sólo es eso, pero que nos alegra el corazón y la vida. No temamos a las miradas ajenas porque casi siempre, es por envidia o por el malestar de sus egos mal resueltos que proyectan hacia nuestras personas para sentirse un poco menos mal.

Salvemos nuestros sueños infantiles escondidos en el fondo de nuestro ser, acallado por los deberes y las obligaciones cotidianas. Luchemos por conseguir realizarlos. No tenemos otra oportunidad. El momento es hoy y ahora pues mañana nadie sabe si estaremos para contarlo.

Mujeres y hombres. Vivamos al mismo nivel, de acuerdo con nuestras convicciones. Y no es cuestión de sexo ni de valía. Sólo es vivir para ser feliz».

Copyright © 2020 María Luisa Alejandro Usero. Todos los derechos reservados.

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