ESPÍRITU DE LUCHA
Recién acostada la noche, saco mi espíritu de lucha para no dejarme caer.
Soy espasmo de dolor pero fuerte como la gota más fría que resurgirá y seguirá en pie.
No me rindo. Me esperan. Los anhelo. Son mi vida, mi razón de ser.
Por ellos voy a estar bien.
Guardo sus fragancias en mi alma, las que me revelan que vida es si lates al compás de los tuyos.
Aún en la distancia.
Aún en la oscuridad…
Oigo sus voces alegres correteando por mi mente. Veo tu sonrisa, amor. Guardad todo para cuando volvamos a sonreír al compás de nuestros pasos.
Celebraremos el encuentro con dulces y bailes ya sin recuerdo. Sólo de verdad.
Gracias, Señor, por darme tantos amigos. Gracias por darme tanto amor.
Afortunada soy. No estoy sola. Estoy con vosotros con el corazón y el alma.
Los días pasan iguales. Las horas crecen para recordarme que el fin está a la palma de mi mano. Ya queda menos. Lo superaré.
Gracias por acompañarme, por vuestro cariño y apoyo. Volveré. Pronto, espero.
© 2020 M.Luisa Alejandro. Todos los derechos reservados.