Un nuevo comienzo es siempre una aventura y es en ella que me sumerjo hoy. Empiezo y no quiero terminar de escribir porque sería un poco morir.
Recojo mis palabras y las plasmo para sentir que aún respiro y que puedo caminar ya sin bastón. Mis letras siempre serán mis mejores compañeras, las que nunca fallan aunque a veces se oculten y dificulten cualquier visión.
Hoy solo quiero volver a empezar para seguir ese camino abandonado porque por fin divisé un resquicio de luz.
Muchas gracias por leerme y acompañarme.